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¡Teshuvá en 2 Minutos!

No esperes a realizar una teshuvá perfecta desde el principio. Recuerda: 'Un poco, también es bueno.'

Un Poco, También Es Bueno

Antes de convertirse en el más cercano discípulo del gran Rabí Najman de Breslov, el Rebe Noson solía lamentarse por su falta de progreso en el estudio de la Torá. Su día se llenaba de obstáculos, y cuando finalmente llegaba al bet Midrash (casa de estudio), los impedimentos acumulados lo desanimaban. Se decía a sí mismo: “Mañana empiezo.” Pero todo cambió cuando conoció al Rebe Najman, quien le ofreció un consejo revolucionario: “Un poco, también es bueno.”

Este simple consejo transformó la vida del Rebe Noson. Comenzó a estudiar un poco cada vez, recordando que incluso esos pequeños esfuerzos contaban. Así, poco a poco, dejó atrás la desesperación y se convirtió en un estudiante diligente de la Torá.

La Regla de los 2 Minutos

Este enfoque de «un poco, también es bueno» tiene paralelismos con una estrategia popular en productividad llamada la “Regla de los 2 Minutos”, propuesta por Paul Allen. Según esta regla, cualquier tarea que pueda completarse en aproximadamente 2 minutos debe hacerse de inmediato. Esta práctica ayuda a evitar la procrastinación y mejora la productividad general.

James Clear, en su libro Hábitos Atómicos, también apoya esta idea al sugerir que cualquier nuevo hábito debe iniciarse con un esfuerzo mínimo. Al mantener el nuevo hábito en una fase simple, reducimos la resistencia mental y fomentamos la consistencia.

El Mes de Elul: Tiempo de Teshuvá

Estamos en el mes hebreo de Elul, un tiempo propicio para el autoanálisis y el arrepentimiento. Este período es especial porque se considera un tiempo de Misericordia Divina, en preparación para Rosh Hashaná y Yom Kipur. Según la tradición, Moisés subió al Monte Sinaí el primero de Elul para pedir perdón por el pecado del Becerro de Oro, marcando el comienzo de un periodo de 40 días de arrepentimiento para Israel.

La Teshuvá en Práctica: ¡Hazlo en 2 Minutos!

La teshuvá (arrepentimiento) no tiene por qué ser una tarea abrumadora. En su esencia, la teshuvá puede ser realizada con simples pasos que pueden llevar tan solo 2 minutos:

  1. Confesión Oral: Expresa tu pecado verbalmente ante Hashem.
  2. Remordimiento: Siente verdadero arrepentimiento por tus acciones.
  3. Petición de Perdón: Pide perdón a Hashem con sinceridad.
  4. Compromiso Futuro: Comprométete a no repetir el error.

Estos pasos, aunque breves, son fundamentales para el proceso de teshuvá. Como enseñó el Rambam, quien se extiende en estos pasos es digno de alabanza.

Incorporando la Teshuvá en tu Rutina

Para que la teshuvá se convierta en un hábito, aquí tienes algunos consejos prácticos:

  • Coloca Recordatorios: Imprime y coloca los cuatro pasos en lugares visibles.
  • Usa tu Teléfono: Pega los recordatorios en la parte trasera de tu teléfono móvil o establece una alarma diaria que te recuerde hacer teshuvá.
  • Hazlo Visible: Considera usar un llavero con el texto de los pasos.
  • Repite y Memoriza: Escribe y repite los pasos hasta que se conviertan en parte de tu rutina diaria.

Conclusión

No esperes a realizar una teshuvá perfecta desde el principio. Recuerda: “Un poco, también es bueno.” Al iniciar con pequeños pasos y mantener la constancia, desarrollarás el hábito de la teshuvá y te beneficiarás de la Misericordia Divina en este mes de Elul.

¡Que aprovechemos este tiempo para fortalecer nuestra conexión con Hashem y convertir la teshuvá en una práctica habitual!

Por Manuel Castro

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