Dios no te impone cargas imposibles

En la parashá Ki-Tetzé de esta semana, encontramos un versículo que puede sorprender: “Si ves en el cautiverio a una mujer de belleza en aspecto y te sientes atraído por ella, la tomarás para ti por mujer.” Este versículo se dirige a un soldado hebreo que, en el contexto de la guerra, siente un deseo por una mujer cautiva de belleza llamativa. En tiempos normales, ella estaría completamente prohibida para él, ya que la Torá prohíbe el matrimonio entre hebreos y gentiles. Sin embargo, en el contexto específico de la guerra, la Torá permite esta unión.

¿Por qué permite la Torá este matrimonio?

La Torá, con su profundo entendimiento de la naturaleza humana, sabe que un soldado en el campo de batalla puede estar abrumado por pasiones intensas. La idea detrás de este permiso es evitar que el soldado cometa pecados mayores al no tener una forma legal de canalizar sus deseos. En lugar de dejarlo caer en la transgresión, la Torá ofrece un camino para que el deseo se satisfaga de manera legal y ordenada, evitando así que el soldado actúe de manera prohibida y potencialmente más dañina para su alma (Jumash ArtScroll).

Lección sobre la emuná (fe)

Rab Shaúl Male ofrece una reflexión valiosa sobre este permiso en la Torá: “Todo lo que la Torá ordena, puedes cumplirlo. Si fuera realmente imposible, Hashem no lo habría prohibido.” Esta perspectiva nos enseña que las prohibiciones de la Torá están dentro de nuestras capacidades de cumplir, con la ayuda de Hashem. La idea de que algo es «imposible» es refutada por el hecho de que Hashem nos ha dado la fuerza para seguir Sus mandamientos.

Aplicación práctica

La Torá nos recuerda que Hashem no nos impone cargas imposibles. Todo lo que Él prohíbe es posible de evitar, siempre y cuando busquemos Su ayuda y utilicemos la fuerza interior que nos ha otorgado. Que esta comprensión nos inspire a abstenernos de todo lo prohibido y a buscar la guía divina en nuestras acciones diarias.

Por Manuel Castro